El resentimiento de la gente llega a las aulas

Los ecuatorianos estamos acostumbrados, no todos por supuesto, a pagar impuesto por todo. La clase media es justamente el sector más afectado ante dicha situación y casi siempre le es imposible mejorar su nivel de vida.

Factores como el derecho a un buen sistema de salud, a que nuestras familias tengan la alimetación necesaria, ojo que he dicho "necesaria", o el hecho de poder tener una educación mejor se ha convertido en un peldaño casi imposible de alcanzar gracias a Rafael Correa.

El Editor Político del diario El Comercio, Martín Pallares, decía "es comprensible su resentimiento y uno hasta se puede solidarizar con él, pero lo preocupante es que una persona con ese nivel de resentimiento tenga la potestad de qué hacer con la vida de millones de personas, dejándose guiar por ese resentimiento".

Un impuesto a la educación, señor Correa, no tiene nombre. Para los niños y jóvenes ecuatorianos ya es bastante difícil acceder a un sistema digno que les brinde enseñanza, pero de todas formas gracias por hacer que cada esfuerzo sea cada vez más inútil.